La salida fue dónde siempre, en el parque del alamillo y la meta en el único estadio que se llama olímpico pero que nunca lo ha sido y presumiblemente nunca lo será. Que por cierto, ya podrían arreglar el tartán, se encuentra en un estado muy deficiente, además, y hago una pequeña reivindicación, podrían dejar entrenar en las pistas. El CAR está al lado y entre las 2 pistas se podría prestar una mejor atención a todos los atletas.
Volviendo a la media de La Cartuja, el tiempo fresco pero despejado, el ambiente sano y este año corriendo sin mi amigo Mavesa, que se esta centrando en el triatlón, pero pudiendo hacerlo con Frank. El tío va evolucionando exponencialmente mientras los demás lo hacemos aritmétricamente y gracias.
El recorrido con respecto al año pasado ha mejorado, no es tan revirado pero sigue faltando ambiente de público, que en parte se debe precisamente al recorrido, que es poco transitado.
Aguanté el ritmo, incluso finalmente salió algo mas rápida, aunque, como he dicho, no fue muy fácil. Las pulsaciones altas para lo que fue y con pocas ganas de apretar los dientes. Espero que sea debido a la carga de entrenamientos de estas semanas.
La bolsa del corredor no tiene nada que ver con la del año pasado, se nota la crisis, pero se agradece el esfuerzo de la organización.
El recorrido no estaba demasiado bien medido, cosa que no entiendo muy bien visto los GPS de hoy en día.
La recogida de mochilas muy lenta.
¿Me ha valido el entreno? Supongo que si. Ya lo veré dentro de 2 semanas en el Marasevi.
Suerte a todos y a aguantar hasta entonces.
